Te duele la rodilla, así que visitas a tu traumatólogo de confianza. Al verte, él sonríe, tal vez incluso te da un abrazo, y luego te dice: "Siento tu dolor, en serio, pero no trato rodillas izquierdas, solo trato las derechas. Descubrí que soy mucho mejor con las derechas. La última vez que revisé una rodilla izquierda, no hice tan bien mi trabajo".
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Cómo la inteligencia emocional puede…
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Te duele la rodilla, así que visitas a tu traumatólogo de confianza. Al verte, él sonríe, tal vez incluso te da un abrazo, y luego te dice: "Siento tu dolor, en serio, pero no trato rodillas izquierdas, solo trato las derechas. Descubrí que soy mucho mejor con las derechas. La última vez que revisé una rodilla izquierda, no hice tan bien mi trabajo".